EL BUSCADOR SENSORIAL vs. EL EVITATIVO SENSORIAL


En este post se explicarán el significado de muchas conductas muy habituales en niños causadas por la dificultad de procesar adecuadamente la información sensorial. Antes de describir esas conductas, vamos a resumir brevemente cómo se procesa la información sensorial.

¿Qué es el procesamiento sensorial?


El procesamiento sensorial tal y como describe Jean Ayres, es el proceso neurológico que se encarga de interpretar y organizar las sensaciones que uno recibe de sí mismo y de su entorno, haciendo posible contactar con el entorno y responder adecuadamente. Se desarrolla de manera espontánea en el desarrollo evolutivo del niño y depende de dos factores: la herencia genética y la estimulación del entorno.
Por tanto, un adecuado procesamiento sensorial nos permitirá generar un comportamiento organizado ante una información sensorial percibida, para poder desarrollar respuestas adaptativas.

¿Cómo procesamos un estímulo sensorial?


1.    Registro sensorial: el sistema nervioso central registra la información sensorial entrante a diferentes niveles.
2.    Modulación sensorial: en esta fase se regula y organiza el grado, la intensidad y la naturaleza de la respuesta que vamos a generar tras la percepción del estímulo. En el caso en que el niño no module la información recibida adecuadamente su respuesta no será efectiva.
3.    Discriminación sensorial: habilidad para distinguir entre diferentes estímulos y para organizar perceptivamente las cualidades espaciales y temporales de los estímulos.

¿Cuáles son los sistemas sensoriales?


Los sistemas sensoriales son los encargados de transmitir las sensaciones al sistema nervioso. Son los siguientes:

·      Sistema táctil: nos aporta sensaciones sobre las propiedades del estímulo: textura, forma, tamaño, peso...
·      Sistema propioceptivo:  informa de la posición de los músculos, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas.


·      Sistema vestibular: regula el sentido del movimiento y del equilibrio, nos permite situar nuestro cuerpo en el espacio.
·      Sistema visual: nos permite percibir la forma, distancia, posición, tamaño y color de todos los objetos y seres que nos rodean. 
·      Sistema auditivo: recoge información de los sonidos y nos permite conocer sus características.
·      Sistema gustativo: encargado de procesar los sabores y texturas que en contacto con nuestra boca.
·      Sistema olfativo: encargado de detectar y procesar los diferentes olores.

¿A que llamamos disfunción del procesamiento sensorial? 


Llamamos disfunción del procesamiento sensorial a la disfunción neurológica que se manifiesta en la incapacidad para modular, discriminar, coordinar u organizar sensaciones de manera eficaz.
Centrándonos en las dificultades presentadas en la fase de modulación sensorial, podemos encontrar dos tipos de reacciones: hipersensibilidad o hiposensibilidad.
·      Respuestas hipersensibles: experimentan la información sensorial procedente de un estímulo con mayor intensidad de lo esperado, es decir necesitan poco input para activarse.
·      Respuestas hiposensibles: experimentan la información sensorial con menor intensidad de lo esperado.

El buscador sensorial:


Cuando un niño es poco sensible a determinados estímulos sensoriales (respuesta hiposensitiva), tienden a buscar más estimulación sensorial para conseguir un nivel de input adecuado para activarse. Por el contrario, hay niños que suelen buscar un estímulo de manera desmedida para lograr modular bien otros a los que son hipersensibles. Un buscador sensorial puede:
·      Tener alta tolerancia o indiferencia al dolor.
·      Disfrutar chocándose con personas o cosas, suelen refregarse por las paredes.
·      Se retuerce en la silla, manteniendo sus manos bajo sus glúteos y presionan fuerte.
·      Cuando está en el sofá o la cama necesita tener algo encima de su cuerpo, peluches, colcha, manta, cojines...
·      Toca mucho a la gente o a los objetos.
·      No controla su fuerza, aprieta mucho el lápiz al escribir, rompe el papel donde escribe al apoyarse…
·      Le encanta andar descalzo, evita usar zapatos.
·      Muerde o chupa sus manos, brazos, uñas, lápiz, camiseta… necesidad constante de tener algo en la boca.
·      Puede jugar demasiado fuerte (sin ser consciente del peligro) salta, empuja y choca contra todo.
·      Juegan con sus juguetes bruscamente, con frecuencia suelen romperlos.
·      Suele preferir la ropa ajustada, prefiere llevar el cinturón muy ajustado, llevar la sudadera abrochada hasta arriba, apretarse mucho los cordones de los zapatos, preferir chalecos de cuello vuelto, querer llevar con frecuencia pañuelo o bufanda…
·      Disfruta escuchando o haciendo ruidos fuertes.
·      No respeta el espacio corporal de las demás personas.
·      Gira y da vueltas frecuentemente, le gusta la sensación de estar mareado.
·      Se balancea con frecuencia.
·      Tiende a oler todos los objetos que coge.
·      Necesitan que le abrecen muy fuerte.



Evitativo sensorial:


Algunos niños evitan sensaciones que experimentan con una intensidad excesiva (respuesta hipersensitiva) y les incomodan. Un niño evitativo puede:

·      Percibir ruidos que otras personas no perciben con la misma intensidad, por ejemplo, el sonido de las agujas de un reloj.
·      Le molesta demasiado determinados ruidos: bandas de Semana Santa, cuando cantan todos los niños de la clase…
·      Prefiere estar a oscuras o en penumbras, le molesta los ambientes muy luminosos y determinados tipos de luces.
·      Evita los columpios o juegos que requieran mucho movimiento.
·      No le gusta ir en medios de transportes: coche, moto, autobús, barco…
·      No le gusta ensuciar sus manos con barro, arena, espuma…
·      Evita que le corten el pelo o las uñas.
·      No le gusta que le toquen la cara.
·      Rechaza besos, caricias, abrazos…
·      No le gusta llevar ropa ajusta, le molesta los pantalones con elástico, los zapatos ajustados (prefieren zapatos descubiertos), calcetines…
·      Toca o pellizca la parte del cuerpo donde le han tocado para eliminar la sensación.
·      No le gustan los lugares con mucha gente.
·      Tiene sensibilidad extrema a determinados olores.
·      Rechaza determinadas texturas de los alimentos, suele querer zumos, galletas, yogures de una marca y sabor determinados.




Para concluir…


Los niños no presentan un patrón sensorial homogéneo, es decir, no es solo buscador sensorial o evitativo sensorial; lo más frecuente es la combinación de ambos, suelen ser buscadores sensoriales para determinados estímulos y evitativos para otros.
Todas las personas tenemos un patrón sensorial diferente y un modo de autorregularnos particular y esto no quiere decir que sea patológico.  Un determinado patrón sensorial es patológico cuando afecta a la vida diaria del niño.
La mayoría de los niños que presentan disfunción del procesamiento sensorial, suelen presentar otros síntomas como rigidez cognitiva, dificultades en el control inhibitorio, dificultades práxicas, deglución atípica… es por ello, que lo más recomendable sería que fuese valorado por un equipo multidisciplinar formado por terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, neuropsicólogos, logopedas… con el fin de valorar las necesidades del paciente desde una visión integradora.
Algunos de los niños que presentan disfunción del procesamiento sensorial, presentan otra patología de base neurológica que es la desencadenante de esta disfunción; en este caso, sería labor del neuropediatra descartar una posible patología neurológica. 



María Ortiz Rodríguez.

Neuropsicóloga 
CIVET.

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