Es muy frecuente que, en las
consultas al logopeda, asistan niños y niñas por dificultades vocales,
dificultades en la articulación e incluso de deglución. En el post de hoy
queríamos ayudaros a saber cuál es uno de los factores comunes dentro de los
casos anteriores… "En la mayoría de estos casos respiran por la boca”. En estos procesos, es necesario explicar al
paciente o a su familia la implicación de este hábito en el trastorno que le
lleva a la consulta del logopeda.
Nuestro post de hoy va a tener
como papel protagonista “La respiración
oral”.
Para comenzar hay que tener en cuenta
unos aspectos importantes con respecto a la respiración.
Existen dos tipos de
respiración que son las siguientes:
-
Respiración
Oral
-
Respiración
Nasal
Los seres humanos nacemos
preparados para respirar por la nariz y
alimentarnos por la boca, aunque seguro
que la mayoría de vosotros tenéis algún caso muy cercano, el cual, respire
siempre por la boca. Os lanzamos la siguiente pregunta ¿Hasta qué punto
aquellos padres que tenéis hijos o hijas en dicha situación deberíais
preocuparos? Si se considera la respiración
bucal normalizada cuando se realiza bajo esfuerzos físicos muy grandes, si
hablamos en el caso de los niños o niñas, cuando estos respiran por la boca puede que se rompa el mecanismo fisiológico
afectando el crecimiento y desarrollo, no solo facial, sino general. Algunos
niños y niñas presentan conductas inadecuadas que afectan el normal desarrollo
bucodental. Además de ello, cuando los hábitos negativos permanecen crean casos
graves de maloclusión que afectan estética, funcional y psíquicamente al niño o
niña.
La respiración oral puede tener consecuencias negativas en el
organismo, tanto en edad infantil como en edad adulta.
La boca no dispone de "filtros" como
ocurre en las fosas nasales, por lo que en la inspiración, "tomamos"
partículas de polvo que llegan a los pulmones.
En la boca no se puede regular la humedad y
temperatura del aire, como de hecho ocurre al inspirar por la nariz.Al respirar por la boca, el equilibrio entre el
oxígeno y el dióxido de carbono en sangre queda comprometido.
La respiración bucal puede ser causada por
obstrucción, (adenoides hipertróficas), por hábitos (abandono tardío del
chupete o chupar el dedo) y por anatomía (Síndrome Down).
Como se aprecia en la imagen
superior, otra consecuencia negativa de la respiración
oral es la alteración de la posición de la lengua.
En lugar de estar en contacto con
el paladar duro, queda en posición baja, y normalmente suele estar también
adelantada. Con ésto, la lengua no ejerce el estímulo necesario para el correcto
desarrollo óseo y neuromuscular cráneo-facial, pudiendo, en la mayoría de los
casos, provocar maloclusiones dentales, apiñamiento dentario, facies adenoidea
(características físicas faciales, con presencia de ojeras, mirada triste,
alargamiento de la cara, hipotonía muscular...).
La posición anómala de la lengua
provoca también una persistencia del patrón suctorio infantil, en la mayoría de
los casos con adelantamiento anómalo de la lengua al tragar, que empuja las
piezas dentarias o se coloca entre ambas arcadas, provocando mordida abierta,
como se puede apreciar en la foto inferior.
Síntomas que pueden tener los
niños y niñas con respiración oral:
Tos seca
Tos nocturna
Incapacidad respiratoria
Apnea obstructiva del sueño
Trastornos en el desarrollo macizo facial
(paladar estrecho y hundido, mandíbula elongada)
Deglución atípica
Dientes mal implantados
Sinusitis, vegetaciones, otitis, trastornos de
audición, disfonía.
Cuanto más temprano sea su
detección y corregida la causa más facilitada será su reeducación.
Cuanto más
tarde se realice su diagnóstico, más síntomas del síndrome de respiración oral tendrá.
Por lo tanto es importante que ante cualquier duda de los síntomas antes
mencionado acuda a su pediatra, quien será el encargado de orientar y acompañar
a las familias en el seguimiento y tratamiento de los niños y niñas y también
el encargado de organizar las demás consultas con los otros especialistas,
logopeda, otorrinolaringólogo y odontólogo.
Si detectamos que un niño o niña
respira de forma predominante por la boca, será necesaria una evaluación
multidisciplinar:
- Se debe acudir al otorrinolaringólogo, para valorar la
posible obstrucción orgánica que impida al niño respirar adecuadamente por la
nariz.
- El ortodoncista modifica la estructura bucal para una correcta
respiración a través de aparatos (fijos o móviles)
- Se debe acudir al logopeda, para realizar una valoración
de las funciones estomatognáticas.
En el caso del tratamiento logopédico, se utiliza la
terapia de Trabajo Respiratorio Global y Terapia Miofuncional Orofacial.
Trabajos
respiratorios globales: terapia por medio de ejercicios pasivos y activos y
de una terapia de reentrenamiento psíquico y físico tratan de modificar el
patrón respiratorio y la postura.
Terapia
miofuncional orofacial: corrige el desequilibrio muscular orofacial dado
por respiración bucal, posición de labios y lengua en reposo y en deglución
incorrectos, referidos a problemas oclusales y de habla.
Loreto Delgado Boa
Logopeda y Pedagoga
CIVET
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