DIME CÓMO ES LA ALIMENTACIÓN INFANTIL DE TU HIJO Y TE DIRÉ CÓMO AFECTA O QUÉ BENEFICIOS CONDUCE EN SU HABLA

En nuestra práctica diaria como logopedas nos encontramos ante muchos casos en los que los padres y madres están preocupados por la evolución de sus hijos en los procesos de aprendizaje del habla. Y muchos de vosotros os preguntareis ¿Y qué relación tiene hablar de alimentación infantil con el habla de mi hijo o hija?

En gran parte de los casos en los que existen problemas de pronunciación suelen existir también problemas de alimentación.

En el actual post lo que os venimos a contar es que los niños y niñas necesitan aprender a comer diferentes tipos de alimentos (texturas blandas, mixtas y sólidas) para poder así ejercitar la musculatura implicada en el habla.

A continuación os facilitaremos algunos consejos de como podéis “trabajar” desde casa con vuestros niños y niñas y de esta manera poder beneficiar a su habla. La introducción de diferentes texturas aportará muchos beneficios a vuestros hijos e hijas. Eso sí, tenéis que ser muy pacientes y de esta manera poder disfrutar con ellos de la gran aventura que es enseñarles a comer introduciendo una diera variada.

Cuando un niño o niña empieza a decir sus primeras palabras es porque su gran “maquinaria” ya está preparada. ¿Qué queremos decir con esto? En el proceso del habla intervienen estructuras que se comparten con la deglución. Estas estructuras necesitan tener un entrenamiento diario, para ejercer la fuerza necesaria, y “trabajar de manera coordinada”.



La clave está en introducir alimentos que hagan que se favorezca el proceso de deglución. En la succión nutritiva el bebé tiene la lengua en el suelo de la boca y traga la leche. Mientras que en la deglución requiere una coordinación para la preparación del bolo alimenticio y la propulsión del bolo de un lado a otro con la punta de la lengua. Los movimientos de la lengua durante el habla son idénticos a los que realizamos cuando comemos.

ü ¿Cuáles son los patrones correctos de alimentación en bebés?

Las indicaciones que os damos a continuación son para bebés que nacen a término (40 semanas de gestación), en el caso de que hayan nacido prematuros más adelante escribiriremos un post para dar pautas sobre su alimentación.

La lactancia materna favorece y desarrolla el crecimiento armónico de la mandíbula. Además los lactantes ejercitan todos los músculos de la boca por el ejercicio físico que requiere. Una correcta posición entre madre e hijo es muy importante para que la succión sea adecuada. La madre debe estar sentada recta y estimular la búsqueda del pezón. La posición correcta que debe mantener el bebé es tener alineada la boca y la barbilla con el ombligo del bebé. La boca del bebé debe estar abierta formando un ángulo de 120 grados, como si un adulto fuese a dar un mordisco a un bocadillo de dos pisos. Ambos labios deben estar evertidos hacia fuera y la nariz y barbilla próximas al seno. La lengua debe estar en contacto con la parte inferior del seno.

Una nota importante que podemos remarcar es la siguiente: Las mejillas no deben hundirse mientras el bebé succiona. Tampoco deben oírse ruidos ni chasquidos que nos revelan que se está rompiendo el sellado de los labios con la aureola del seno y si esto sucede no está haciendo una succión correcta.

En el caso en el que se elija alimentar al bebé con biberón se aconseja que el bebé mantenga la cabeza, el tronco y la nuca alineados. Y que la tetina del biberón sea larga y de base ancha para favorecer la correcta postura de la lengua extendida en el suelo de la boca. Se aconseja que el agujero de la tetina no sea excesivamente grande porque entonces no se favorece la succión.

ü ¿Por qué es tan importante ejercitar la musculatura y tener un buen sellado de labios desde bebés?

Al ejercitar la musculatura facial y bucal estamos trabajando de manera indirecta en el habla de los niños. Se necesita tener un buen sellado de labios para producir el sonido m y p. Además al estimular la lengua con una correcta deglución, estamos trabajando de manera indirecta sobre los sonidos que se articulan en el velo del paladar como la r.

ü ¿A qué edad están preparados los bebés para introducir alimentos nuevos en su alimentación?

Normalmente el que introduce los alimentos en la dieta del bebé o del niño es el pediatra en consenso con los padres.
Los bebés nacen con el reflejo de succión. Entre los 4 y 6 meses se permite introducir los cereales y los purés. De 6 a 10 meses aprende a estabilizar su mandíbula y mueve activamente el labio superior para remover el bolo de la cuchara. De 10 a 18 se puede introducir la comida semisólida iniciando la masticación. De 18 a 24 ya domina la elevación de la punta de la lengua, de un lado a otro de la boca y gradúa el movimiento de la mandíbula para aceptar sólidos.



Finalmente os damos unos consejos para las Familias

Ø Comer todos juntos siempre que se pueda. La comida es un acto social y los pequeños aprenden a comer mejor si lo observan en sus padres y hermanos.

Ø Darles siempre dos alternativas a elegir. Ejemplo: ¿Quieres plátano o manzana?

Ø Los hábitos se aprenden día a día, dedica de 15 a 30 minutos para desayunar, comer y cenar con tu hijo hija en la mesa.

Ø ¡No te enfades si se mancha!

Ø Déjalo que empiece a coger la cuchara aunque se manche la ropa y la cara.

Ø Darles pan a los pequeños y a los niños bocadillos con jamón, chorizo, o queso fortalece la mandíbula y la musculatura facial y bocal.

Ø Evita darle bollería industrial y pan de sándwich porque al ser tan blando no ejercita la musculatura.

Ø A las mamás que se asustan al pensar que se pueden atragantar, tranquilizarlas y decirles que el niño o niña necesita aprender a comer de todo. No le trasmitas tus miedos porque no son buenos para ellos.

Ø Lo qué nunca se puede hacer es darle una cucharada de puré y a continuación introducirle el chupete para que trague. Sabemos que las mamás que lo hacen no saben que es perjudicial para su hijo o hija. Esta práctica es muy habitual en las familias pero no favorece la deglución. Al contrario se le da una información contradictoria porque al meterle el chupete para que trague, lo que hace es succionarlo. Y lo que queremos es que aprenda a deglutir.


Ø Con la introducción de nuevas texturas y alimentos lo que intentamos es que el niño o niña aprenda a masticar los alimentos, llevar el bolo alimenticio de un lado a otro para mezclarlo con la saliva y poder tragarlo. En definitiva que el niño o niña aprenda a comer es muy beneficioso porque le aporta independencia y aprende los puntos de articulación que son la base del habla.




Loreto Delgado Boa
Logopeda
CIVET

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